La nueva edición de La hora de la Verdad (Antena3) está a su servicio para detectar todo tipo de mentiras si tiene algún problema de infidelidades, mentiras, de cuernos o de alguna cosa por el estilo. Hace mucho tiempo que los trapos sucios ya no se lavan en casa. Rafael quería demostrar que su mujer Rocío se acuesta con el vecino de arriba. ¡Y qué mejor que resolverlo en público, en la televisión! De vedad que parece que lo importante sean esos minutos de gloria en la tele más que la imagen que se pueda dar de uno mismo. Da igual lo que se diga mientras uno sea el protagonista.
Y para ponerle más emoción a la cosa, qué mejor que someter a la persona cuestionada a todo tipo de pruebas como si de un ratón de laboratorio se tratara. Rocío negaba cualquier relación sexual con el vecino, pero eso solo eran sus palabras contra las de su marido. Aquí es donde entraron en acción el famoso polígrafo, el test de la voz o de la paternidad, o una gran novedad como el pulpilómetro. La pobre Rocío se somete a ellas delante de toda España y encima se entera a la misma vez que la audiencia que Rafael es el que le está mintiendo: “yo he estado con otras mujeres, porque si ella no me da lo que quiero tengo que buscármelo por otro lado”. ¡Ah, lo que faltaba!
Pero aún faltaban los tan esperados resultados del polígrafo, que determinó que Rocío decía la verdad en… ¡todo! La única respuesta de su marido fue “me he quedado sin palabras” y una cara de tonto que no se le aguantaba.
¿Y ahora qué? Una vez desvelados los resultados del polígrafo y las demás pruebas, ¿qué? ¿De verdad tenemos que creernos que son totalmente fiables? Ay, ¡que ingenuos que llegamos a ser algunos!
Las comparaciones siempre son odiosas --. El programa La Nit al Día (TV3) ya lleva dos semanas sin la periodista Mónica Terribas, ahora nueva directora de TV3. Albert Closas es el encargado de substituirla y poco a poco le va dando un aire diferente al programa. Los nervios y la novedad de los primeros días han mostrado que aún no le tiene cogida la medida. E inevitablemente, cada dos por tres lo comparan con la Terribas. Aún son muchos los que asocian su nombre con el programa y para muchos ya no es lo mismo con Albert. Las audiencias también lo demuestran y va a ser tarea difícil cambiarlo. Como Mónica no lo va a poder hacer nadie, pero démosle una oportunidad a Albert Closas, ¿no?
Y para ponerle más emoción a la cosa, qué mejor que someter a la persona cuestionada a todo tipo de pruebas como si de un ratón de laboratorio se tratara. Rocío negaba cualquier relación sexual con el vecino, pero eso solo eran sus palabras contra las de su marido. Aquí es donde entraron en acción el famoso polígrafo, el test de la voz o de la paternidad, o una gran novedad como el pulpilómetro. La pobre Rocío se somete a ellas delante de toda España y encima se entera a la misma vez que la audiencia que Rafael es el que le está mintiendo: “yo he estado con otras mujeres, porque si ella no me da lo que quiero tengo que buscármelo por otro lado”. ¡Ah, lo que faltaba!
Pero aún faltaban los tan esperados resultados del polígrafo, que determinó que Rocío decía la verdad en… ¡todo! La única respuesta de su marido fue “me he quedado sin palabras” y una cara de tonto que no se le aguantaba.
¿Y ahora qué? Una vez desvelados los resultados del polígrafo y las demás pruebas, ¿qué? ¿De verdad tenemos que creernos que son totalmente fiables? Ay, ¡que ingenuos que llegamos a ser algunos!
Las comparaciones siempre son odiosas --. El programa La Nit al Día (TV3) ya lleva dos semanas sin la periodista Mónica Terribas, ahora nueva directora de TV3. Albert Closas es el encargado de substituirla y poco a poco le va dando un aire diferente al programa. Los nervios y la novedad de los primeros días han mostrado que aún no le tiene cogida la medida. E inevitablemente, cada dos por tres lo comparan con la Terribas. Aún son muchos los que asocian su nombre con el programa y para muchos ya no es lo mismo con Albert. Las audiencias también lo demuestran y va a ser tarea difícil cambiarlo. Como Mónica no lo va a poder hacer nadie, pero démosle una oportunidad a Albert Closas, ¿no?
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